Ana Clara Picco y la invisibilización de la mujer en el arte

Por Marita Seara

Conocí a Ana Clara a través de Instagram. Un día me llegó un mensaje: “Soy artista visual e ilustradora. Soy feminista”. Fui a su perfil y, a partir de ahí, quedé enamorada de su trabajo, del colorido en su obra, de las miradas de sus mujeres, de la imperfección que las hace perfectas, de sus formas.

Ana Clara Picco nació al sur de Mendoza, Argentina, en un pequeño pueblo llamado General Alvear. La creación le viene desde muy pequeña, de su madre.

Esta artista argentina es una de esas jóvenes que, como muchas hoy día, gritan y reclaman sus derechos. Es una de esas artistas que lucha por la igualdad en una disciplina que, como todas, se inclina hacia los hombres. Forma parte de varias agrupaciones de mujeres artistas que reclaman sus derechos y “la injusta y clara elección mayoritaria de hombres para participar en festivales artísticos y proyectos estatales”. Ana reclama que las mujeres artistas hayan sido borradas de la historia, que se les encasille en estereotipos, que se les reconozca menos, que sus derechos salariales y laborales sean menores que los de sus compañeros.

“… la falla no está en nuestra inteligencia ni en las hormonas ni en la falta de pene, sino en un sistema opresivo y desalentador. Incluso, creo que para todas las desventajas y opresiones que han sufrido las mujeres a lo largo de la historia del arte, en este caso, es casi un milagro que ciertas mujeres hayan podido trascender con su obra. Y esto tiene que cambiar. Hay que cambiar activamente las instituciones sociales que estudian, impulsan, desarrollan y legitiman el arte”.

Tal vez, por ello, también es profesora, por esa necesidad de visibilizar a la mujer y, en su caso, a las artistas.

Os dejo esta entrevista que, por lo menos a mí, me llena de orgullo de ser mujer y de alegría porque, efectivamente, estamos en esa Cuarta Ola del Feminismo que como bien dice Rosa Cobo, se identifica no solo porque las redes sociales están llenas de mujeres que quieren un cambio, sino mujeres que sin miedo se dicen feministas, que salen a la calle a luchar y que demuestran que sí, que son iguales, que valen tanto como los hombres y que pueden llegar, incluso, más alto.

Voces Visibles: Primero que nada, quiero que me hables de ti y de tu obra y, sobre todo, de cómo llegaste a ser artista

Ana Clara:
Cuando estaba en cuarto año de Secundaria vi un concurso llamado “Arte contra la discriminación”, organizado por el Inadi (Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo). Participé incitada por una amiga, con un cuadro en relieve que ganó en la categoría de “Escultura” y que representaba la discriminación a las personas pobres y la segregación entre clases sociales. El cuadro estaba hecho con materiales reciclados, metales, maderas, tierra, etc; un estilo que más tarde pude vincular al pintor, ilustrador y muralista argentino Antonio Berni, por ejemplo, con su serie “Juanito Laguna”, pero que en el momento yo desconocía.

Con esa obra gané y pasé a la exposición nacional, en Mar del Plata. Fue una experiencia maravillosa con la cual fui consciente por vez primera del arte como profesión. Volví decidida a estudiar Artes en la Universidad.

“Me gusta que el arte forme parte de todo”

Mi obra no tiene un solo estilo ni es uniforme. Creo que soy muy versátil, pero también va atravesando sus etapas, sus momentos determinados. Me gusta que el arte forme parte de todo; creo que es arte tanto un mural, como una maceta pintada o un mueble intervenido, una escultura, un grabado, un tejido, el color que elijo para una pared o una pintura en un cuadro. Hago de todo un poco, me permito romper esos estereotipos o cánones impuestos del “ARTE ARTE” de lo que es o no valioso, de lo que es arte menor o no. Es una decisión consciente y política para mí del arte.

En este momento, por ejemplo, estoy exponiendo mis collages en la Universidad, mientras en casa estoy interviniendo un mueble con flores e ilustrando un libro de poesía.

Me gusta mucho el color, pero también he tenido etapas donde solo he creado con tinta china negra. En este momento estoy más dedicada a la pintura con acrílico, el collage y la ilustración digital. Adaptando también mis formatos a la maternidad.

Soy madre de Simón y África, los dos muy pequeños. Está siendo todo un desafío para no dejar de crear, poder organizarme, dedicarle tiempo a mi profesión (también soy profesora de Artes Visuales), a ella y a él, y dividir las tareas con mi pareja que también es artista, músico, y trabaja mucho en casa. Pero nunca relegando nuestros deseos y sueños, poder ser madres y padres felices que aman lo que hacen, que -por ello- hacen más felices a sus hijos e hijas, para que no sientan culpa luego “de que no hicieron lo que amaban porque te tuvieron a vos”. Es más difícil con hijos/hijas, sí; no idealizo, es mucho más difícil, pero no es imposible.

Voces Visibles: En la descripción de tu perfil de las redes sociales, te refieres a “trabajadora de arte”. ¿Por qué hacer esta distinción? ¿Hay alguna diferencia entre trabajadora del arte y artista?

Ana Clara:
Llamarme “trabajadora del arte”, me quita un gran peso de encima. Me gusta mucho investigar y teorizar, entonces me enrosco con el concepto de arte (eurocéntrico, masculino, hegemónico, clasista) … ¿Quién es o no artista? ¿Cuál es la vara por la que te miden? ¿Quién pone las reglas del juego? Para que eso no me limite al crear, nombrarlo así lo baja del pedestal, del artista talentoso como genio iluminado. Me siento más libre, como una trabajadora más, una mujer, clase media baja, que ama crear, pintar, expresarse, decir algo a través de ciertas técnicas; una mujer que quiere dedicarse a ello, a vivir de la creación.

Lo llamo arte porque así lo llama ya el común de la gente y no pretendo entrar en planteamientos elitistas. Pero no porque me crea una talentosa “artista” iluminada por encima de otros o crea que mis trabajos sean todas “obras de arte”… Espero se entienda la diferencia.

La invisibilación de la mujer en el arte

Voces Visibles: Me dices que te apasiona toda la temática que cruza el arte y el género. ¿Por qué?

Ana Clara:
Hace ya varios años, comencé a militar activamente en el Feminismo. En relación puntual con el arte, noté, como en tantos otros ámbitos, que las mujeres fueron excluidas históricamente de academias, relegadas a ser modelos, objeto de observación, supeditadas a las mal llamadas artes menores, sin poder dedicarse de lleno a producir. Y las pocas que pudieron dedicarse fueron silenciadas, invisibilizadas, negadas o, incluso, se difundieron sus obras como si fuesen hechas por hombres. Como mujer artista en esta época en que vamos poco a poco conquistando más derechos -con mucho por hacer aún-, agradezco poder dedicarme a lo que amo, llevar las riendas de mi vida y no desconocer que en muchos aspectos estoy en desventaja con hombres artistas, pintores y muralistas, tanto en las oportunidades, como en la desigual remuneración por igual trabajo o en la posibilidad de acceder a cargos jerárquicos dentro del mundo de la cultura, por ejemplo.

Me interesa conocer obras de mujeres de las que nunca me enseñaron en la escuela, ni en ningún lado; me interesa visibilizarlas, identificarme o no con ellas, conocer sus historias.

Voces Visibles: ¿Cuáles dirías que son los estereotipos principales que enfrentan las mujeres en el arte?

Ana Clara: Creo que hay poca producción teórica y plástica desde una visión feminista o con perspectiva de género y hay como una idea generalizada sobre cuál es el “estilo femenino” o lo que puede producir una mujer; es decir, en general se dice que es más colorido, dulce, puro, tierno, florido. Muy asociado a la visión maternal e idealista del estereotipo del ser mujer. Discreto, no violento o de estética grotesca... Básicamente, creo que es todo lo que socialmente se espera de la mujer “tipo” trasladado a una visión estética del arte. No considero malo que así sea en algunos casos, como elección, pero no deberíamos dar por sentado que sea así en la generalidad.

Voces Visibles: Uno de los graves problemas que tenemos es la falta de referentes. En el arte no es una excepción. En la historia del arte que vemos en los colegios o institutos o universidades pareciera que las mujeres carecemos de genialidad, que no ha habido mujeres artistas importantes y de gran envergadura. La mujer está ausente. Me gustaría saber tu opinión y, sobre todo y, en especial, porque tú eres profesora. ¿Qué haces tú para combatir los estereotipos y este silencio en tus clases?
Ana Clara: Aquí hay dos aspectos importantes en los que me gustaría detenerme.

Por un lado, sí, puede ser que, aunque ha habido grandes y muy buenas artistas mujeres, no ha habido igual número de “genialidades” artistas femeninas como masculinas, pero esto no se debe a una cualidad de las mujeres en sí o a su falta de genialidad, sino a toda una estructura social de dominación muy sexista, que no permitió a las mujeres desarrollarse igual que a los hombres.

Igualmente, en el ámbito de la investigación estas mujeres no han sido ni apreciadas ni estudiadas lo suficiente; han sido negadas, invisibilizadas, menospreciadas.

Lo que quiero decir es que ese fenómeno es observable. Por eso luchamos las feministas, para cambiarlo, por que la falla no está en nuestra inteligencia ni en las hormonas ni en la falta de pene, sino en un sistema opresivo y desalentador. Incluso, creo que para todas las desventajas y opresiones que han sufrido las mujeres a lo largo de la historia del arte, en este caso, es casi un milagro que ciertas mujeres hayan podido trascender con su obra. Y esto tiene que cambiar. Hay que cambiar activamente las instituciones sociales que estudian, impulsan, desarrollan y legitiman el arte.

En mis clases, cuando trabajo referentes me propongo que, al menos, la mitad sean mujeres. Y no solo mujeres sino también artistas latinoamericanas. Por más increíble que parezca, aquí estudiamos referentes europeos del arte, la mayoría de las veces.

El año pasado, por ejemplo, trabajé en el nivel primario las artistas Frida Kahlo, Tarsila Do Amaral, Raquel Fluixá y varias pintoras mendocinas. Pero muchas veces, por más ganas que una tenga de trabajar en base a artistas mujeres, es tanta la invisibilización de su obra, que no hay buenas fotos, no hay documentales, vídeos ni libros; lo contrario ocurre con los artistas masculinos blancos.

Voces Visibles: Según leí en tu Facebook, estás dedicada al muralismo, pintura e ilustraciones. ¿Qué mujeres artistas, en estas disciplinas, te han marcado?

Ana Clara: Me gustan muchísimas artistas. De las que tengo en este momento en mente, te puedo hablar de las ilustradoras Marisol Misenta (Isol), Ana Llenas, Estrellita Caracol.

Como muralistas y pintoras Louise “Ouizi” Jones, Toia Grehan, mi amiga y “coequiper” Caro Diatomea, Lucía Coria.

La verdad es que, cuando a una le preguntan, cae en la cuenta de que conoce pocos nombres de artistas mujeres, o incluso que sus referentes son muchos hombres también; entonces, vuelves a caer en la cuenta de ese continuo esfuerzo que hay que hacer por investigar, visibilizar y apoyar a otras artistas mujeres.

Podéis seguir leyendo este artículo en mi blog Voces Visibles:

EN EL ARTE “LAS MUJERES NO HAN SIDO NI APRECIADAS NI ESTUDIADAS LO SUFICIENTE; HAN SIDO NEGADAS, INVISIBILIZADAS, MENOSPRECIADAS”